Viajamos a Portugal, pero nunca llegamos. Parte 3

Era el tercer día de viaje, por las predicciones era el día señalado, el día que podía estar épico.

Nos levantamos con ilusión,  hasta las señales del camping nada más salir de la tienda nos indicaban el camino.

 

Pero al ver la playa desde la colina nos dimos cuenta de que nada era como nos imaginábamos.

El viento parecía que entraba medio girado y el mar aunque había subido no estaba muy grande. Decidí bajar a la playa y verlo de cerca, el mar aunque no estaba excesivamente grande mantenia la playa de Zarautz muy revuelta y no había por donde cogerla.

 

Decidimos recoger los bártulos y ponernos en busca de algo mejor. Recogimos la tienda y abandonamos el Camping de Zarautz.

No llevábamos ni 10 minutos de coche por la carretera de la costa y al dar una curva nos quedamos flipando con lo que teníamos delante.





El recepcionista del camping que nos había visto desmontar la tienda hacía poco minutos, se quedó un poco desconcertado cuando recibió nuestra llamada para comunicarle que nos quedaríamos un día más.

 Lo que parecía que iba a ser un día gris empezaba a transformase y a coger color. Las nubes comenzaron a alternarse con algunos claros, el sol parecía que iba a salir y los surfistan iban llegando al spot.

 

Muchos de los coches que aquel día pasaron por la carretera de la costa pararon de forma inevitable a ver el paisaje y el espectáculo.
 

El mar fue subiendo a lo largo del día, dejando series preciosas en la bahía, olas muy largas, limpias y rompiendo todas por el mismo sitio, algo típico de las olas de roca y que siempre echaré de menos en Ferrol.

 

Antes de salir de casa estuve dudando si llevar una tabla un poco más grande y gorda de lo habitual para el viaje. Estuve apunto de dejarla en casa, pero al final sin saber muy bien el porqué la metí en el maletero.

Foto: Una tabla un poco más grande y más gorda, significa más seguridad y más diversión.


Finalmente acabó siendo la tabla a la que más uso le di, llevar un poco de tamaño y volumen extra siempre ayuda. Te hace estar más seguro y en sitios donde no conoces y tienes que competir con más surfistas por una ola, llevar una tabla un poco más grande de lo habitual siempre es un acierto.





Llevar más tamaño de tabla no quiere decir girar menos, quiere decir coger más olas y por consiguiente tener más oportunidades para girar.

Viajamos a Portugal, pero nunca llegamos. Parte 2

Al día siguiente desde el Palacio de la Magdalena de Santander teníamos una visión clara del arenal del Sardinero y también del mar que le estaba entrando a Somo.

Tras una rápida visual nos dimos cuenta de que el mar había subido menos de lo que se esperaba, seguramente volvería a estar funcionando Liencres.

 Dicen que más vale pájaro en mano que ciento volando pero nuestra intención era avanzar un poco más y continuar por la transcantábrica rumbo al País Vasco.

Llegamos a Sopelana a media mañana, con la marea subiendo y La Salvaje empezaba a ordenarse y a coger forma.

 

Me salvó la vida haber metido entre mis tablas una grandecita y con volumen,  de lo contrario, en esta ola con tanta agua me hubiese comido los mocos.

 

A última hora de la tarde decidimos poner rumbo hacia Zarautz para pasar allí la noche. El camping ubicado en la colina del monte de Zarautz es una pasada y además te ofrece una visión de la bahía privilegiada.

Foto: Con la mano Patxi, con la mano!!
 
 
Ahora sólo quedaba, sentarse y esperar al día siguiente, las series de mar estaban empezando a entrar con fuerza.






 

Viajamos a Portugal, pero nunca llegamos. Parte 1

Ver mapas, recordar tramos de costa, observar en google earth las zonas que pueden funcionar si se gira el viento y en definitiva planear un viaje también es viajar.

Desde que comienzas a ojear mapas del sitio al que quieres ir, es como si el viaje ya hubiese empezado.

 

Tengo que decir que Audasa me quita siempre las ganas de bajar a Portugal. También haber recorrido varias veces la costa portuguesa y la masificación de algunas zonas son factores que me fueron desmotivando con el tiempo.

A pesar de todo ello, tras pillar muy buenas olas en algunas escapadas el pasado invierno, las ganas de volver a Portugal regresaron de golpe y con fuerza.

Con la costa portuguesa grabada a fuego en la memoria llegó el día de partir pero todo parecía estar en nuestra contra.

Además de Audasa, las predicciones  tampoco ayudaban. Vientos fuertes de componente sur, poco mar y mucha lluvia. Eso era lo que nos esperaba para la última semana de Agosto, algo con lo que no habíamos contado en estas fechas.

A ello tenemos que sumar que casi todo el tramo de costa portuguesa está orientado en la misma dirección, por lo que los escondites con buen viento iban a ser pocos y por lo tanto estarían masificados.

Pusimos el coche en marcha y salimos a la carretera general, la de Catabois. Las dudas eran enormes y en el último momento en vez de girar hacia abajo para ir a Portugal decidimos girar hacia arriba en dirección al norte sin rumbo claro.

Finalmente toda la planificación se había ido al traste, pero teníamos un coche, unas tablas, comida y  siete días por delante que no se podían desperdiciar.

Foto: Todo en orden.

Nuestra primera parada transcantábrica fue Salinas a la que en principio sólo nos acercábamos para ver el mar que podía estar entrando y tener una referencia. Pero Salinas nos sorprendió y nos regaló un baño muy divertido.

Foto: Salinas no deja de sorprender, regalando un baño en un día en que Doniños estaba plato.
 

Tras la parada y el bañito de rigor continuamos dirección Cantabria, llegando a Liencres a media tarde y otra vez la fortuna nos puso delante unas izquierdas preciosas que nos obligaron a salir del agua denoche.

Foto: Una pena que una tromba de lluvia no me dejase afotar un poco mejor la calidad de estas izquierdas. 
 

La noche pintaba fea, lluvia constante, truenos, relámpagos y  obligados por el cansancio acumulado tuvimos que hacer noche en la zona de Santander.

El tiempo no era bueno para ser Agosto, pero las predicciones  para el Cantábrico eran ideales.

Viento sur y entrada de mar para los próximos días, algo que nos hacía irnos a dormir bastante ilusionados a pesar de la tormenta que estaba callendo.

Campionato Galego 2015. Praia de Pantín.

Sin lugar a dudas el Campeonato Gallego de este año pasará a la historia por su infraestructura.

Durante la semana anterior se disputó en la playa el Pantín Classic y aprovechar parte de la infraestructura para el Campeonato Gallego fue todo un acierto.

Lo común sería disponer únicamente de una pequeña carpa que vuela con el viento, una megafonía que apenas se escucha, un bocata de mortadela para dos días y tener que dormir en el coche un par de días.

Llegar a Pantín y ver aquello nos impresionó a muchos. Había una caseta desde la que los speakers retransmitieron el campeonato sin tener que soportar el viento ni la lluvia.

 

La megafonía tenía potencia y te permitía estar informado de todo lo que pasaba en la playa a cada momento.

Foto: Yago Martín y Vicente Irisarri, los mejores speakers que conozco disfrutando de una gran pantalla plana de alta definición y bajo consumo.
 

Incluso existía una segunda caseta elevada desde la cual los jueces podían divisar toda la playa y puntuar con tranquilidad cada ola y cada maniobra sin que la lluvia les mojase el papel de las puntuaciones.

Aquel día hasta la caseta de socorrismo estaba abierta a disposición de los surfistas, un lugar donde cambiarse, con baños y una ducha de agua caliente. Si, si, agua caliente...aquello ya parecía el Spa Resort de Pantín.

Foto: Una caseta y unos baños al servicio del pueblo de Pantín, ojalá fuese así todo el año. Tampoco pedimos tanto.


Sin lugar a dudas, esta infraestructura aunque a muchos les parezca sencilla, a nosotros nos pareció excepcional y pasará a la historia.

Foto: Aquel día incluso había papeleras en la playa.

- VENDIDA- Se vende All Merrick 6´0´´

VENDIDA

All Merrick modelo Neck Beard .

 

Es una 6´0´´ de medidas generosas con un volumen de 35,5 litros. Una tabla muy fácil de usar y muy agradecida.




 En perfecto estado para ir al agua, incluye grip (quillas no incluidas). 


 

 PRECIO: 180,00 €

Interesados contactar por mail en modferrol@hotmail.com.

Libros con alma gallega y olor a salitre.

Cada temporada (me rijo por el calendario futbolero) escojo una temática de lectura diferente.

Durante la 2014/2015, mi temática elegida tenía que cumplir dos requisitos muy simples.

Libros en los que se narrasen historias de mar y  estar escritos en gallego o en su defecto que su autor fuese gallego.

Me he llevado una gran sorpresa por la cantidad de libros con esta temática a los que tuve acceso gracias a la Biblioteca Municipal de Ferrol que te permite acceder al banco de libros de toda la red de bibliotecas de Galicia y te acercan el libro que te interesa en pocos días a tu ciudad.

Quería recomendaros alguno de los títulos leídos, pero no me atrevo, creo que cualquier libro con esta temática siempre podría ser uno de mis preferidos.


Tras muchas horas en el puerto, entre calles estrechas que miran al mar,va a ser dificil escoger una nueva temática para esta temporada.

La fotografía y el longboard.

Hoy he vuelto a echar un vistazo a algunas de las revistas de longboard que tengo por casa.

 

Básicamente he vuelto a ojear únicamente las fotografías, sin pararme a leer los textos.

He sacado tres conclusiones:

•   Que  tengo muy pocas revistas, aproximadamente una decena.
•   Que el tipo de fotografía que más me gusta para el longboard es en la que se percibe y se transmite el movimiento.
•   Que dentro de cada revista el número de fotografías que transmiten movimiento es siempre menor que mi colección de revistas.

Seguramente la escasez de este tipo de fotografía se deba a su dificultad ya que resulta mucho más fácil hacer la típica fotografía en la que el surfista sale completamente congelado.




Para poder realizar este tipo de fotos que transmiten el movimiento, el fotógrafo debe de realizar un barrido, desplazando la cámara a la misma velocidad y en la misma dirección en la que se va moviendo el surfista y disparar a baja velocidad.


 

Eso que parece tan sencillo en la práctica se complica mucho porque debes de mover la cámara de un lado a otro evitando que se mueva de arriba hacia abajo.

Debes de poner una velocidad de disparo baja y sufres el riesgo de que entre demasiada luz y la fotografía salga quemada.

Además también influyen mucho la velocidad del surfista y la distancia entre el fotografo y el surfista.

Bueno ahora solo queda practicar, en el peor de los casos el efecto de movimiento también se puede crear a partir de una foto típica con un poco de post producción en el ordenador.