Después de dos días de viaje pasamos la frontera.
Nuestro campamento base fué el camping de Biarritz, siempre mirabamos la zona de Hossegor o Anglet a primera hora de la mañana y cuando se metía el viento volviamos para Côte des Basques en busca del baño tablonero y el paseo por la ciudad a la noche.
El camping lo recomiendo, por 18 euros diarios podeis estar dos personas, incluyendo tienda, sitio para el coche, y disfrutar del resto de instalaciones. Muy tranquilo y con piscina para endulzarte al final del día.
Côte nos dió muy buenos baños durante el viaje. De la playa poco que decir que no se sepa, mucho tablonero y muy buén rollo en el agua.
Aún así si fuese mi spot habitual me acabaría agobiando seguro.
Un día normalito de gente a la hora de comer.

Excepto un día que sopló el viento del oeste, el resto hubo siempre olas. Si no era en un sitio era en otro gracias a que nos movíamos bastante todos los días.
Aún así, me quedo con ganas de pillar esa zona con más mar y orilleras imposibles, ya que no hubo ningún día de mar potente, ni me coincidió ninguna ola rompiendo realmente hueca o un line up de esos de revista.
Unas fotos de Les Cavaliers

Como curiosidad decir que en cada playa había un paddelboard y una alaia casi siempre.

Las fotos de las olas las dejé un poco de lado al no ver olotes de escandalo y un poco debido a la ciudad de Biarritz en la que no sacar alguna foto decente es casi imposible.
Terracitas en el minipuerto.

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Rincones de auténtico lujo y que quiten ese coche de ahí.

Grande Plage.

Y si quieres celebrar tu Boda en la playa, también puedes.