Cuando paseas por la playa siempre te llama la atención alguna piedra o alguna concha especial, entre ellas para mi la más bonita es el ojo de buey.
Hacía bastante tiempo que no me encontraba uno y la semana pasada cuando salía del agua un poco apurado me llamó la atención aquel color anaranjado sobre la arena.
Lo cogí y rápidamente le di la vuelta, las espirles lo confirmaban, era una "faba mariña"
Dicen que si encuentras un "ollo de boy", da buena suerte. Puedo confirmarlo, el baño del que salía había sido bastante bueno.
Actualmente ya no se ven tantos, desconozco el motivo. Seguro que existen aficionados a rastrear la playa en su búsqueda dado que también se emplean como piezas de joyería para hacer anillos o colgantes.
Muchos se preguntan si se trata de un caracol, de una concha o de un fósil.
Realmente los ojos de la vida, son opérculos de
Astraea rugosa.
Los opérculos son una especie
de tapadera calcárea que usan los caracoles para cerrarse
herméticamente para proteger sus partes vulnerables y que llevan
adheridos al cuerpo del animal en su pie.