Después de chequear como estaba el mar empezamos probando la derecha de Santa Rita que salía para todos los públicos e ir acostumbrándose a ese tipo de olas, una pena que no entrase más mar para que diese más brazo la ola.
Después del baño y con la marea que empezaba a subir bajamos a la zona de Ericeira y nada más llegar nos encontramos con un coxos muy noble que tiraba paredes perfectas para practicar giros.
Si esperabas a la ola la zona final daba gusto
Por la tarde pudimos aprovechar otra derecha en la playa de Matadouro, pero con el sol de frente afotar era imposible.
Con estas sesiones nos despedimos de Ericeira para volver nuevamente unos cuantos días más tarde y al día siguiente pusimos rumbo al Algarve.
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