El viernes a la tarde arrancamos dirección Asturias con la intención de ver ese festival del que tanto habíamos oido hablar.
Antes de ver algo por primera vez siempre te haces una imagen mental en la que imaginas más o menos como crees que será. Yo me esperaba un festival bastante grande ya que sabía que se acercaba mucha gente y de todas partes pero cuando llegué flipé por colores.
Era denoche y no sabíamos si estábamos en un festival tablonero o en las fiestas del pueblo. Complicado encontrar aparcamiento, la mayoría de los prados a rebentar de coches, furgonetas, tiendas de campaña y un pedazo escenario donde desfilaron un monton de grupos uno tras otro.
Las olas acompañaron, nivelazo en el agua, medio metrín todos los días,varios picos y muy buen ambiente.
En la zona del festi imposible aburrirse, bailes, conciertos, longskate, y miles de tentaciones que hacían de un simple paseo una tortura.
Era como pasar continuamente por delante de una pastelería,
La tabla de Darryl
Hace 1 mes
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