Hasta la patilla.

Fin de semana, escapada, solazo, suradita, agua gélida, traje mojado, frío y dos días saliendo el salitre por las orejas.


Si te pones a mirar te vuelves loco, con olas aquí, allí y allá.



Muchos picos para elegir, siempre hay uno mejor que otro pero puedes darte el lujo de un baño con olas más que decentes y en solitario.



Mi preferida,pico de piedra con derechas e izquierdas. Cuando llegué no había nadie y durante el baño tres en el agua fue el tope de gente.




El punto de marea de la ola ya no es el mismo por la acción del hombre que tanto daño ha hecho a esta ola y su entorno, hubo que esperar un rato a que desalojase un poco de agua y nos regalase un festín de orilleras con fuerza. No cierra ni una.