28 de febrero de 2015

Los tablonacos clasicotes y mi forma de identificarlos.


Hay muchas formas de diferenciar los tablones progresivos de los clásicos. Incluso cada uno tiene su propia teoría de lo que viene a ser un tablón clásico y lo que no.

Yo tengo una única regla  y es la siguiente:

 Me voy al agua cojo una ola, y cuando voy en la pared intento bombear para intentar ganar velocidad.

Si el tablón me deja bombear y ganar velocidad, significa que el tablón no es un clasicote. Por lo menos para mi.

Por el contrario, si no consigo bombear porque el tablón no me permite subir y bajar de forma rápida por la pared, considero que tengo un clasicote debajo de los pies.

Foto: Clasicotes fabricados por Iron Mountain.
 photo long1.jpg



 photo tablonaco.jpg

Con los tablones clásicos la única opción que vale es leer la ola a la perfección, poner la tabla en una buena línea e ir ganando velocidad con la inercia y balance de pesos.

Los pasos hacia atrás te permitirán frenar y caminar hacia adelante va a ser sinónimo de acelerar.

Con este tipo de tablas los giros quedan preciosos, pero no existe otra forma de realizarlos que no sea cargando muy fuerte atrás y acompañar el movimiento con todo el cuerpo.

Por ahora nunca he surfeado con  tablones clásicos de manera habitual, siempre con la idea en la cabeza de que son tablas que necesitan un tipo de ola determinada, larga y uniforme, para poder disfrutarlos con plenitud.

Las olas de mis playas habituales, dan secciones a tramos, no son de gran recorrido y son muy variables, todo ello ha influido para que los clasicostes no formen parte de mi quiver. Seguramente el mayor de mis errores.

Os dejo con un video donde se recoge a la perfección todo lo explicado anteriormente. Mucho flow, mucho estilo y una forma de leer las olas muy particular y bonita. Y recordar, si no podéis bombear es un clasicote...claro ejemplo en el minuto 2:06 del video.


  Cool Down the Pace // Fall Sessions from Corey Colapinto on Vimeo.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

buah, vaya control y templanza, qué tranquilidad!!!
Que bueno...
Jorge de Miranda.

Néstor dijo...

Bueno y sobretodo diferente. Un crack.