Menuda gozada eso de despertarse y ver que hay baño con todo el día por delante.

Por el contrario, levantarse, ver que hay un bañazo y tener que irse a trabajar, debe de ser una de las mayores torturas que existen.

Es por eso que para mí, vivir pegado al mar, sería algo muy dificil de llevar.
Foto: Mikel, con un tubo precioso por delante.

Foto: Tibi, siempre en el sitio.

Foto: Tibi en una bomba.

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