De las ventajas ya hemos hablado en la entrada “Las quenadie quiere. Parte I”.
Ahora le toca el turno a las desventajas:
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Nunca
cogerás la ola de la tarde: Eso es evidente, te vas a tener que conformar
con las olas más pequeñas o las que tengan peor forma. Al mismo tiempo esto
puede ser considerado una ventaja porque es bastante divertido intentar sacar
oro de donde no lo hay. Hacer de una ola mala una ola buena sólo está al
alcance de grandes surfistas.
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Vas a tener que picar mucho: Estar a las pequeñas es lo que tiene. Te obliga a
estar muy metido en el punto de rotura de las olas y verás venir espumas hasta
aburrirte. Mira el lado bueno…. aprenderás a hacer el pato como nadie.
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Te van a
pasar rozando muchas veces: Vas a estar muchas veces en la trayectoria de
los surfistas que vienen desde el pico. Esta faceta se puede convertir en un
arte cuando consigues mantenerte en esa zona pasando inadvertido, sin molestar
a nadie.
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Esquivar
es bien: Abre los ojos, te encontrarás continuamente con otros
surfistas que acaban de entrar, con los que terminaron una ola y con muchos
bañistas si es verano.
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Cuidado
con los que te rodean: Es muy probable que muchos de los surfistas que
están a tu alrededor buscando las medianas no sean los de mayor nivel, puede
que vean derechas donde tú ves izquierdas o que remen olas que nunca hubieses
imaginado. Recuerda: Nunca des por hecho que el surfista que tienes delante
sabe picar.
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Exprimir
la ola: Encontrar una zona vertical o un sitio bueno para girar en una ola
que todos han dejado pasar no va a ser tarea fácil. Vas a tener que esforzarte
y buscarle el sitio.
Las desventajas son muchas. Con mucho tiempo y esfuerzo
puede que superes todas estas adversidades y empieces a notar esa sensación tan
placentera que se tiene cuando ves olas que otros no ven.
Fotografia realizada por Jesús Busto.
Entre todas las desventajas hay una que merece una distinción
especial, la he dejado para el final:
- Te tomarán por guiri en tu playa habitual: Es muy probable que los surfistas que están
en el agua al ver que te quedas a las medianas y a las pequeñas hagan el
siguiente razonamiento, “este tío si no va al pico a coger las buenas es porque
no es de aquí, voy a saltarle alguna”.
Has entrado al agua a surfear las olas malas
con el fin de estar tranquilo, de no molestar a los demás y de intentar pasar inadvertido
pero rápidamente han llegado a tocarte el zueco, toca liarla, o te tomarán por
tonto.
Fotografía realizada por Carlitos.
Si las desventajas son tantas, ¿Cuál es el motivo para
seguir surfeando de esta manera?.
El primer motivo es que te permite estar a tu aire y coger
muchas olas en poco tiempo. Ideal si te vas a dar un baño a contrarreloj o quieres
practicar alguna cosa en concreto, pudiendo intentarla una y otra vez.
El segundo motivo y principal, es por respeto al surf y a
los demás. Evitar convertirse en un amarga-baños del resto de surfistas si
subes una y otra vez a coger la buena sin tiempo a que el pico se oxigene.
A todos los tabloneros les recomiendo que surfeen varios
días de olas pequeñas con tablas muy cortas, entenderán perfectamente esa
sensación que produce un surfista avaricioso que lleva más de 20 olas con su tablón
y no te deja pasar ni una (comentario extensible a todo buitre. Tener una tabla
corta o un bodyboard no es excusa suficiente para poder ser un egoísta).
El surf y sobretodo el longboard no fueron creados para
amargar a los demás, respétalos y respétate.
Surf clásico es tener la preferencia y perderla en favor de cualquiera
de los señores mayores que les cuesta mucho coger una ola pero que surfeaban
antes de que nacieses.
Fotografía realizada por Ángel Chao.
En definitiva, tratar de surfear tranquilo y al mismo tiempo
intentar fomentar unos valores en el agua son los principales motivos de esta
técnica que continuaremos aplicando en 2019 por todo lo que representa.
Fografía realizada por Jesús Busto en otra de esas olas que nadie quiere.
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