Recorrer la costa portuguesa era uno de mis objetivos en cuanto a viajes para este verano, alejarse un poco de los spots más míticos y rebuscar un poco más.
No lo conseguimos ya que la mayoría de los baños calleron en zonas como Ericeira y Peniche pero nos dimos un gran paseo por la costa del país vecino.
Al principio del viaje un poco temerosos de como iba a reaccionar la furgo ibamos conservando motor y creo que desde que salimos adelantamos unicamente dos camiones y a un mataviejos que como iba con carrerilla le quité las pegatinas.
Mientras ibamos de camino en más de una ocasión pensé que dormir dos personas en la paquetera y meterle kilómetros era forzar un poco.
El primer día del viaje bajamos hasta Peniche, allí hicimos nuestra primera parada para probar un Supertubos que estaba de Minitubos pero que nos regaló un bañito después de pegarnos unos cuantos kilómetros.
En una de las dunas de la playa hubo algo que me llamó mucho la atención y a partir de ese momento estaba completamente seguro de que ibamos sobrados en el viaje y que no estabamos forzando absolutamente nada.
Un chico, con su tienda, su tabla y muchas ganas de surfear que se vino en moto desde sabe dios donde para pegarse unos buenos tubos, cuando caía la noche cogía la moto en el aparcamiento y la carretaba por la arena hasta su tienda para tenerla más controlada, por la mañana repetía el procedimiento antes de que llegasen los socorristas y se la liasen por tener la moto aparcada en medio de la playa.
Muchas ganas de surf y mucha mentalidad.
La tabla de Darryl
Hace 1 mes
1 comentario:
que viaje te has marcado!! si la Terra supiera lo que le esperaba no se iba contigo..... jajajaja
un saludo!
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