No me pude resistir, me lo llevé a casa y el Jack London con quillas quedó olvidado.
Este nuevo modelo era de fibra y como tenía canales los colegas decían que estaba guapísimo.
Al final, resultó que en el agua nunca llegué a notar la diferencia entre un corcho con canales o sin ellos, con el tiempo y mucho uso el material de aquel génesis fue chupando agua como una esponja y las tardes en la duna al sol le dieron un rocker un poco más acentuado.
Era un poco grande para mi, lo que me facilitaba muchísimo trompear y en pocos baños ya era conocido como "la peonza".
Un trasto que salió del escaparate de una tienda para regalar sonrisas, el día menos pensado volverá a salir a dar un paseo.
La tabla de Darryl
Hace 1 mes
3 comentarios:
Ahí compré mi primer corcho, un Génesis Atlantic, imposible que vuelva a flotar...
Kowabunga¡¡ ... no ha llovido desde entonces ;D
Sácalo y sonríe Mr. Peonza!! jajaja
Saludos
http://surfinwords.wordpress.com
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