Echar un vistazo a las previsiones y que ellas te obliguen a hacer kilómetros para pillar olas es complicado en nuestra zona.
Por suerte, cruzamos As Pias la mayoría de las veces por cambiar de aires, suerfear otras olas y variar un poco.
Llegamos a nuestro destino con el tiempo justo para un baño con las últimas luces del día, en una olita tablonera y casi solitaria.
Disfrutar del atardecer y las esperanzas puestas en el día siguiente que daban subida de mar.
Al día siguiente, las previsiones se cumplen pero tras el primer baño y la evolución de la marea la cosa no prometía mucho.
Pablo y Ángela que andaban de ruta por la zona, estaban en una playa cercana a punto de disfrutar de unas cuñas y tiramos para allá rápidamente.
La ola no era fácil pero la sensación en una ola que empuja y con poca agua merece la pena. Un baño divertido con unas fotos que hizo Ángela para el recuerdo a pesar del sol cegador de ese día.
Foto:Me limité a bajar las medianas de puntillas.
Si te colocas bien ya tienes el 90% de la ola asegurada.
Foto: Pablo, en el sitio.
Foto: Pablo se cansó del sol, pola sombra.
Foto: Recreándose al lado de los bolos.
Foto: Pablo en una de las cuadradas.
La tabla de Darryl
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario