La imagen de la primera vez que ves una playa te suele quedar grabada durante un tiempo, sobretodo si la primera vez que vas te la encuentras con unos fondos preciosos y unas orilleras ordenadas de color turquesa abriendo de derechas e izquierdas.
Así fue como hace años me encontré esta playa, me asenté hasta que las olas se fueron y hubo que trasladarse, pero prometí que volvería cada cierto tiempo a visitarla, me había dejado atrapado.
Volví en varias ocasiones pero las olas nunca volvieron a ser como aquellas, hubo días de mucha corriente, de barras y de viento gélido quizás para compensar aquel regalo que me hizo en mi primera visita.
Este año todavía no la había visitado, tuve la oportunidad de acercarme entre semana y aunque no eran aquellas maravillosas orilleras los allí presentes disfrutamos de una de esas sesiones que quedarán anotadas en este 2011.
La tabla de Darryl
Hace 1 mes
1 comentario:
Ja,ja,ja las olas recordadas son siempre buenisimas..jee.jejje...igual que las del pico del otro lado de la playa,que parecen mejores...a mi una sesion se me borra con otra...la memoria pez,dichosa...un saludo y a llenar de olas el cerebro,men.
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