19 de febrero de 2011

Glide. Se echa de menos.

Nunca me han gustado las revistas de surf, las que he comprado han sido para pasar el rato en un viaje muy largo o cuando tienes una gripe descomunal y ninguna ha llegado a engancharme excepto Glide.

La descubrí sin querer cuando miré para el escaparate de un kiosko y me llamó la atención una imagen en movimiento de un paisano haciendo un hang five, me acerqué al cristal para poder leer la portada...

"Nº1"

"Objetos que generan energía"

"Colas de golondrina en el norte"

Fue la única revista de surf que me mantuvo enganchado, sobretodo con sus primeros números.



En su Nº1 empezaron fuerte y trataron temas controvertidos y fueron directos a por una de las mayores lacras de este deporte, el localismo pero lo explicaron tan bién y tan bonito que yo a esto no le llamo localismo, le llamo sentido común.

Os dejo con el texto, de la glide Nº1, firmado por "Nadie", no tiene desperdicio.

" Suponemos que esto se trata de contaros donde surfeamos, donde perdemos el tiempo, donde paramos, donde socializamos, donde hacemos el zulú, donde soñamos, donde vivimos y donde morimos también. Pero no os vamos a contar donde estamos exactamente. Y no se trata de adivinar de que sitio se trata. Así que no es un juego. No lo intentéis.

Y lo más característico de esta ola es que no es una buena ola, pero sí que esta rodeada de olas especialmente buenas. En una playa llena de domingueros en verano pero vacía 8 meses al año, cerca de una gran ciudad del norte, cerca de un gran puerto con tradición marinera, cerca de varios pueblos con varios miles de habitantes, con gente que vive del surf, con competidores punteros del WQS, con gente que lleva mucho tiempo abriendo caminos; auténticos pioneros de este mundillo, y en la que dentro de no muchos años, abuelos entren al agua con sus nietos a surfear(ya lo hacen muchos padres con sus hijos adolescentes).
Pero, la masificación que sufre la zona es insoportable.

Donde surfeamos tiene múltiples personalidades, puede ser una ola larga y perfecta para el tabón con unas derechas babosas y divertidas o unas zurdas que se enroscan sobre si mismas rompiendo sobre roca..y acabando sobre rocas.
Y por ser un sitio de menos nombre, quizás la solemos surfear gente que buscamos tranquilidad. Porque somos menos. Miremos al pico que miremos la mayoría de las veces somos menos. Una pequeña gran familia de locales. Y somos celosos de lo nuestro, de lo que tenemos, de lo que tememos perder.

Perder porque nuestra ola esta amenazada. No penseis en ambiciosos proyectos de superpuertos o macro complejos hoteleros. No se trata de eso. Estamos amenazados por la masificación. La masificación que nos rodea y que ya ha arruinado a otros. Y esto lleva a la vulgarización, a la pérdida de la identidad, de las raices, de nosotros mismos. Una amenaza que esta ahí, acechando al surf global, y acechando a nuestro surf local, a nuestro pico.

Y queremos seguir aqui todos. A nuestro aire. Diferentes. Ni mejores ni peores. El viejo loco que nos aterrorizaba cuando éramos txikis y que es el último que queda de aquella generación. El fotógrafo profesional de surf que ha visto las aguas más azules y las mejores olas del mundo pero que siempre vuelve y piensa he echado esto de menos. El teórico de la vida que canta a las estrellas, que paso un inviernos viviendo en su furgoneta con su perra. El amante de la mar que llego el último al surf pero que es el primero en vida, en empeño, en amor, en respeto, en intensidad (no pierdas el brillo en los ojos hermano). El que busca su lugar en la vida,atado a esta tierra y a esta ola, pero soñando con cavernas tubulares en aguas tropicales. El fan de los pros, del star system, de los videos, de los campeonatos, de los rankings pero que odia el circo que se monta en la playa de al lado. El que dijo basta a su trabajo de periodista de buitres y carroñeros y se gana la vida como realmente le gusta, con tiempo para lo importante.

Y si se masifica cogeremos menos olas. Pero lo importante no será esto, lo importante será que nada volverá a ser como es ahora, Y no lo podremos recuperar: la ola seguirá rompiendo igual, la arena seguirá ahí, las piedras no se irán, pero nada será lo mismo. Le ocurrió a otra gente antes (quizás el más afomoso a Mickey Dora en Malibu). Y nosotros no somos Dora ni esto es Malibu, pero no por ello lo tenemos más fácil. Por que también estais de alguna forma amenazados. ¿Hay esperanza?.

Y ahora que os hemos contado un poco más de nosotros, tendréis la tentación de adivinar en donde estamos. Quizás lo consigáis. Quizás incluso vengáis. Por aquí estaremos...y si vamos consiguiendo lo que intentamos...pues disfrutareis de una buena sesión con amigos. Por que nadie es bienvenido pero si repite, y ama, y respeta...se convierte en uno más, local celoso, por evitar la amenaza.

Firmado: Nadie.
"

2 comentarios:

kiko dijo...

ya anda tu amigo sunny delight, liándolas por ahí...empiezo a estar de tu lado. no se puede andar asín por la vida.

este finde subo delos madriles, ya se que no pinta bien, pero me daré un bañito. falamos

Néstor dijo...

Asín me gusta!!!

Que sepas que tienes en mi casa la parafina esperando!

Nos vemos el finde.