18 de junio de 2018

Como siempre.


Un día soleado con una brisa suave de componente norte. Podría decirse que un típico domingo del mes de junio, pero ayer no era un domingo cualquiera.

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17/06/2018 y se cumplían diez años del derribo de la antigua caseta de socorrismo. Diez años ya…como pasa el tiempo.

Foto realizada el 03/08/2003.
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El 17/06/2008 la policía fue la primera en llegar, desalojar y  dar paso a las máquinas que en pocos minutos hicieron su trabajo.

Fotografías tomadas el día 17/06/2008

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A partir de aquel momento la caseta pasaría a formar parte sólo del recuerdo.

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La realidad es que a día de hoy pensándolo en frio  la situación tampoco ha mejorado mucho.

La antigua caseta de socorrismo fue sustituida por un módulo formado por varias casetas enlazadas entre sí. Por falta de previsión, cuidados y mantenimientos este módulo se encuentra en unas condiciones nefastas actualmente y es prácticamente inservible más allá del uso como almacén.

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En la actualidad se ha colocado una nueva caseta en el mismo lugar donde se encontraba la antigua, pero esta nueva caseta es de reducidas dimensiones comparada con la anterior.

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Para completarla se sitúan en el parking dos casetas más.
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A mayores existe otra caseta donde se ubican los baños. Unos metros más allá y cerca del parque infantil, otro par de casetas con baños.
Me imagino que con la llegada del verano añadiremos alguna más, para material de surf, escuelas, etc.

Todo han sido soluciones chapuceras, que parecen pequeños parches para solventar la situación que se presenta cada verano sin que se realice un proyecto serio.

En ese momento terminaba de masticar el bocata. Pedro pasaba por delante de mí, llegaba a la playa, “opa Pedro!!!!”. Al verle pasar me vino un flash.

Pedro llegando a la playa, foto tomada en el verano del año 2003, como siempre.
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Realmente, la situación no ha cambiado tanto o por lo menos no ha mejorado mucho. Quizás todo siga como antes o incluso peor.

Metí el último trozo de bocata en la boca y me incorporé. En ese momento ocurrió una aparición inesperada. La antigua caseta apareció ante mí, allí estaba.

No fue una aparición divina, era real. La antigua caseta diez años después de su muerte todavía sigue con nosotros.

El ladrillo, el hormigón y demás restos del derribo siguen formando parte de la playa y de las dunas.

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La caseta vive.

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