El otro día un amigo me decía que había juntado tres días libres, que quería marcharse y cambiar un poco de aires pero que con sólo tres días no le llegaban a nada.
Yo le decía que una escapada compensa hacerla siempre que se puede por muy poco tiempo que tengas y me preguntaba que cuanto tiempo tenía cuando yo me iba de ruta.
Mi respuesta fue clara "como mucho un par de días, a veces uno y otras veces ni eso".
Finalmente quiso zanjar el tema y terminar con la conversación.
- Que va hombre, para tres días no compensa hacer quilómetros!!
Entonces le conté que mis últimos tres días libres habían sido un viernes, un sábado y un domingo. Todavía los tengo en la memoria, fueron a mediados del caluroso mes de Septiembre, con unos atardeceres de ensueño y buenas olas en mi zona.
A pesar de todo decidí escapar, 150 km de ida y 150km de vuelta sirvieron para encontrarme con una derecha funcionando desde las primeras luces del día hasta el ocaso de forma continua y con una perfección envidiable durante los tres días.
La virgen de A Barca es lo que tiene, que a veces, cumple deseos.
Sólo fueron 3 días, sólo 300km y muy pocos euros. Tras llegar a casa y tumbarme en cama recordando la escapada me di cuenta que me había ahorrado un viaje a Malibú.
Ahora estoy tranquilo, sé que mi amigo ya está en el camino, en la ruta, va de escapada. Tiene tres días libres y a veces ni eso.