26 de mayo de 2016
Cansado de verlos salir de mi pueblo.
He visto pirarse de mi pueblo a grandes ingenieros, socorristas de verdad, arquitectos de renombre, mariscadores de corazón, reponedores incansables, borrachos divertidos, abogados, profesores que serán maestros, e incluso a los mejores yonkis que uno puede imaginar.
Los menos se han ido por propia iniciativa.
A la mayoría los han echado de forma indirecta. La falta de trabajo para todos y la existencia de pocas oportunidades en su ciudad natal son las claves del problema.
Otros pocos, resisten. Se han quedado para librar una dura batalla que simplemente consiste en ser autosuficientes en la ciudad en la que nacieron.
A todos los ferrolanos que estais fuera, espero que las fotos que se publican en este blog os sirvan para que vuestra morriña siga activa, junto con el sueño de volver. Sabeis igual que yo, lo mucho que Ferrol os necesita.
No os sintáis menos ferrolanos por no poder estar aquí día a día. Sois ejemplo por ganaros la vida. Mucha fuerza y mis mejores deseos. Espero teneros pronto de vuelta, dándole luz y vida a la ciudad. Tranquilos, todo llegará.
Si os sirve de consuelo, tengo que deciros que en todos los baños las mejores olas se siguen marchando solas. Seguramente sea en vuestro honor.
24 de mayo de 2016
Un nuevo proyecto. Tiembla. Parte 1.
Desde que vendí la Terra me quedó aquella sensación de vacío de cuando le tienes cariño a un coche, sobretodo porque aquel era un coche especial, de esos que cuando lo enciendes todo parece diferente, incluso el tiempo parece que pasa más despacio mientras el resto de vehículos te adelantan a toda velocidad quitándote las pegatinas.
El salpicadero no deja de moverse, el volante y la palanca de marchas vibran y al sentarte en el asiento del piloto, te entra un tembleque mucho más relajante que un spa en ebullición.
Demasiado dificil olvidarte.
Desde entonces siempre me quedó aquella espina clavada, pero el presupuesto no está como para tener un coche de diario y otro para ocasiones especiales.
Sin embargo, programas como joyas sobre ruedas y esas americanadas donde todo lo restauran y queda de lujo, han conseguido que el gusanillo vuelva con más fuerza.
Al final, me he liado la manta a la cabeza con algo más sencillo. Espero que por lo menos tiemble.
Viendo Gas Monkey Garage he aprendido que lo primero, es hacer un boceto de lo que quieres que sea el resultado final del proyecto.
A continución toca ponerse manos a la obra. En mi caso como de restauración de motos no tengo ni idea, he seguido la misma regla que se utiliza para la construcción: "nunca empieces la casa por el tejado".
Cabina de secado.
Cabina de pintado.
Montaje de llantas.
Y llegados a este punto hubo que recurrir a los profesionales del barrio, Aldo Neumáticos, los cuales acertaron de lleno con las cubiertas.
El antes.
Y el después. Cruzo los dedos, sólo le pido que tiemble.
19 de mayo de 2016
11 de mayo de 2016
Primavera, vamos a contar mentiras tralará
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