La línea de costa de Cascais puede convertirse en un infierno para los que estamos acostumbrados a surfear en tranquilidad.
Da igual que sea verano o invierno. La proximidad de una
gran ciudad como Lisboa, asegura la presencia de muchos surfistas en el agua.
La carretera discurre pegada a la costa. Mientras conduces
irás viendo un amplio catálogo de olas…orilleras potentes…caramelos tabloneros.
Tranquilo, no tengas prisa, prepárate para escuchar unas cuantas canciones en los atascos y armarte de paciencia para aparcar.
Llegó a desquiciarme, dejando de visitar esta zona durante mis escapadas a Portugal.
Quizás ir entre semana y aporvechar las horas de la comida, eran el paso que me faltaba.
Porque del odio al amor, sólo hay un paso.