El escondite para hibernar durante este invierno ha debido
de ser bastante bueno. Llevaba muchos meses sin saber nada de ella.
La semana pasada, el viernes 23 de marzo apareció.
Los telediarios alertaban de la llegada de un nuevo temporal, Bruno,
pero a ella parecía no importarle. Con bastante vitalidad comenzó a pasearse
por el patio.
Aquella tarde los vientos superaron los 100km/hora en
Ferrolterra y las lluvias fueron constantes, por un momento pensé que se había
equivocado y que debería de volver a su refugio.
Las trombas de agua le ayudaron a limpiarse después de un
invierno bajotierra, parecía tenerlo todo bajo control. Estoy seguro de que
sabía que el Domingo 25 cambiarían la hora a pesar de que no tiene reloj.
Sin lugar a dudas, una gran noticia volver a verla.
Anunciando la llegada de días más largos y temperaturas más altas.
Ahora sí puedo decirlo, la primavera está a la vuelta de la
esquina.