30 de mayo de 2015

Un día épico de Windsurf.



Para aquellos que además de una tabla tenían una vela estoy seguro de que fue un día épico.

Foto: Viento lateral fuerte y buenas olas en la orilla.
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Foto: Isa a todo gas.
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Foto: Ni el viento, ni las horas sin dormir le impiden a Occy sacar su látigo.
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Foto: La ultima sección, la más divertida.
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Foto: Gozándola, sin duda era su día.
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8 de mayo de 2015

Imaginar la realidad.


Imagínate que tienes 13 años y que tu pasión es el surf.

Llevas ahorrando un par de años para comprarte una tabla un tanto especial, clásica, con una sóla quilla y una forma típica de los años 70.

Una tabla poco habitual, sobretodo en alguien de tu edad y por ello has tenido que recurrir a un artesano gallego para que te fabrique el tipo de tabla que andabas buscando.

Recibes la tabla y decides que tienes que ir a probarla rápidamente. Tu padre te acerca a la playa, el mar es color turquesa, las olas rompen constantes en el medio. La salida de derechas tiene un recorrido de 150 metros con una pared maniobrable y lisa.

Recuerda, no te olvides...tienes 13 años, tabla nueva y el mar está perfecto.

Cuando saliste de casa estabas nervioso por si no había olas. Ahora ya sabes que hay buenas olas y estás más nervioso todavía.

Evidentemente te pones el traje a toda prisa mientras las taquicardias se suceden, corres por las dunas y casi sin darte cuenta has llegado al pico.Una de las olas de la serie se acerca y sabes que el momento de la verdad ha llegado.

El viento que sopla en tu contra te dificulta la remada. Tras un último esfuerzo consigues notar el empuje de la ola y ponerte depié.

Por delante una pared turquesa tendida y noble. Tu tabla fluye como pocas en ese tipo de ola, los giros redondos salen solos y consigues encadenar uno tras otro bailando sobre esa masa de agua. El viento acaricia tu cara y el sol te saluda desde el horizonte.


Foto: Iago Formosel, con 13 años, en la primera ola de su vida bajo el singlefin clasicote fabricado por Iron Mountain.

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Al llegar a la orilla la adrenalina te sale por las orejas. Ni en tus mejores sueños imaginabas estrenar la tabla de aquella manera.

Piensas que lo que acaba de pasar es inmejorable...te das la vuelta para remontar de nuevo al pico y te das cuenta de que estabas equivocado... otra ola de la serie viene rompiendo perfecta...es más grande, más turquesa y más lisa que la acabas de pillar tu.

Alguien en el pico la rema con fuerza, se levanta y al ver a contraluz su silueta consigues identificar al surfista..."ostia, es mi padre!!!!...menudo derechón!!"

Foto: Cesar "TSP" Formosel, camino de la orilla donde se cruzaría con su hijo, demostrando que lo que uno se imagina o sueña, puede llegar a ser realidad.

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