Separada por mar unos 3km de Dakar se encuentra la isla de
Gorée.
Es una isla muy turística. Sus reducidas dimensiones
permiten recorrerla fácilmente caminando.
No hay coches, ni motos, la tranquilidad reina en la isla,
únicamente interrumpida por el trasiego de turistas, el sonido del mar y la llegada de algún barco al
pequeño embarcadero.
Sus pequeñas callejuelas están repletas de artistas
exhibiendo sus obras.

Fotografía realizada por Remi Berthet.

Los lugareños disfrutan de la tranquilidad que ofrece la isla.

Fotografía realizada por Remi Berthet.

Los lugareños disfrutan de la tranquilidad que ofrece la isla.

La visita a la isla de Gorée era una de las paradas
obligadas en nuestra ruta de viaje. Desgraciadamente el motivo de la visita no
eran sus playas, sus artistas, ni su actual tranquilidad.


En su pasado la isla de Gorée fue el principal almacén de esclavos africanos antes de ser vendidos y partir rumbo a Estados Unidos, Caribe o Brasil.

El lugar donde eran retenidos los esclavos, la casa de los esclavos, construida en
1776 se conserva en la actualidad convertida en museo.
Fotogradía realizada por Mikeldi.
Fotogradía realizada por Mikeldi.
En su interior los esclavos eran repartidos en celdas
(hombres, mujeres, mujeres jóvenes y niños), separándose para ser vendidos y
trasladados a diferentes lugares de América en el mejor de los casos. Repito, en el mejor de los casos.
Juan señalando América. Fotografía Mikeldi.

Desde aquí dar las gracias a Juan, nuestro guía, nos explicó con detalle cada una de las esquinas de la isla, hizo la visita lo más amena y agradable posible. Resaltando siempre lo bonitísimas que son en la actualidad sus calles, sus vistas, sus playas y sus gentes.
Creo que su intención como guía era evitar emocionarse durante la visita. Al igual que nosotros, no lo consiguió.
Jërëjëf Juan. Fotografía Remi Berthet.

Juan señalando América. Fotografía Mikeldi.

Desde aquí dar las gracias a Juan, nuestro guía, nos explicó con detalle cada una de las esquinas de la isla, hizo la visita lo más amena y agradable posible. Resaltando siempre lo bonitísimas que son en la actualidad sus calles, sus vistas, sus playas y sus gentes.
Creo que su intención como guía era evitar emocionarse durante la visita. Al igual que nosotros, no lo consiguió.
Jërëjëf Juan. Fotografía Remi Berthet.


2 comentarios:
Joder, que pasada...disfrutadlo a tope Néstor !!!
Jorge.
Gracias Jorge!
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