Era un día de octubre del año 2014, concretamente el 18 de octubre.
Era domingo, y para celebrarlo la comida había sido especial. Con tiempo, descalzo, de bocadillo, y en el maletero del coche. Delante de mí un paraíso llamado San Jorge.
Eran las cuatro de la tarde y Jesús llegaba al aparcamiento. Mientras se cambiaba y sacaba el longboard del coche, me comentó que tras descubrir el tablón las opciones de diversión se habían multiplicado.
Foto: Jesús con una playa casi solitaria para él, octubre de 2014.
Por sus palabras y lo rápido que fue en cambiarse, me di cuenta de una cosa. Estaba enganchado.
Foto: Jesús, remando una de esas olas que antes ni miraba, octubre de 2014.
Ayer fue 21 de agosto de 2016, también domingo, y volvieron a dar las cuatro de la tarde.
Han pasado casi dos años. Me he dado cuenta de que no he evolucionado nada. Seguía descalzo, en el maletero del coche, con tiempo y ya había terminado el bocadillo.
Delante de mí, Jesús volvía a remar una de esas olas que antes ni miraba.
1 comentario:
Rascando a ver si encuentra petróleo...jeje
Jorge de Miranda
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